domingo, 15 de agosto de 2010

Juncal, pueblo negro. Ecuador


ECUADOR
“JUNCAL”  pueblo negro
Centro de Quito, la gente se agolpa  en la estación  del trole, las puertas se cierran y los últimos pasajeros en subir entran a presión como si fuera una gran envasadora humana” - Pregunto a unas señoras negras por la una fundación  Afro Ecuatoriana azúcar, quienes me comentan que no la conocen, que están viajando a su pueblo Juncal en el valle del chota,  hacia el norte de Quito, donde hay buenos músicos y se toca bomba, Viviana quien las acompaña me deja su numero telefónico y prometo darme una vuelta, al día siguiente salgo  tras el sonido de la “bomba”
Como mis amigos Karina, Augusto, nico y Laura viajan hacia Tulcán decido acompañarlos así bajo en Juncal, cerca del medio día hago pie en el pueblo, rodeados de cerros, clima seco aunque me recibe una pequeña  llovizna.
Me comunico con Viviana quien me espera en la tercera edad, al costado de la iglesia donde se reúnen los abuelos todos los miércoles, subo unas callecitas, el pueblo negro me recuerda a Palenque en Colombia, me lleva por otros tiempos, voces, cantos que resisten bajo el grito del mayoral….
Converso con los abuelos,  fechas de siembra y cosecha, me comentan que estas tierras  fueron las primeras  que pudieron comprar  las manos negras  que la acariciaban, porque sus antiguos dueños se cansaron de llenar sus arcas con el sudor ajeno.
Improvisamos unos sones, con acompañamiento de cucharas, y se arma el baile, las negras menean moviendo la cadera.
Eduardo Galeano escribe:

¿Adán y Eva eran negros?
En África empezó el viaje humano en el mundo. Desde allí emprendieron nuestros abuelos la conquista del planeta. Los diversos caminos fundaron los diversos destinos, y el sol se ocupó del reparto de colores.
Ahora las mujeres y los hombres, arcoiris de la tierra, tenemos más colores que el arcoiris del cielo; pero somos todos africanos emigrados. Hasta los blancos blanquísimos vienen de África.
Quizá nos negamos a recordar nuestro origen común porque el racismo produce amnesia, o porque nos resulta imposible creer que en aquellos tiempos remotos el mundo entero era nuestro reino, inmenso mapa sin fronteras, y nuestras piernas eran el único pasaporte exigido.

Por la tarde junto algunas piedras del rio……..